El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundirá mañana la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio que, de acuerdo con las proyecciones de las consultoras privadas, estará cerca del 7,5%. De esta manera, la inflación puede llegar a ubicarse entre las más altas desde abril de 2002, cuando superó el 10% mensual. Frente a esta situación, el Gobierno tiene previsto convocar a empresarios y a sindicalistas con el fin de definir una política que tienda a acompañar el salario con los precios, al menos durante 60 días.
De acuerdo con el informe del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD), la inflación mensual de julio fue la más alta desde abril de 2002 (cuando había sido del 10,4%), y el arranque de 2022 es el de mayor inflación desde 1991. Asimismo, desde 1991 no se veía una inflación interanual por encima del 70%, puntualiza el reporte al que accedió LA GACETA y que estima en un 7,3% el ajuste en el índice de precios para julio. De este modo, en los primeros siete meses del año la inflación acumuló un 47%. En los últimos 12 meses, la suba interanual alcanza el 70,8%.
Según el informe académico, para que la inflación de este año no supere el 80%, de hora en más la tasa mensual debería no superar el 4,1%. En tanto, si la inflación fuera del 5% mensual en lo que resta del año, 2022 terminaría con una inflación acumulada del 87,6%. Si fuera del 5,5% mensual, terminaría en 92%.
“La fuerte aceleración inflacionaria de julio se explica por el marco de incertidumbre política y económica tras los recambios ministeriales en la cartera económico-productiva de junio y julio. El dólar financiero (contado con liquidación) pasó de $ 209 por dólar a fines de mayo a $ 252 por dólar a fines de junio, para rozar los $ 350 en el peor momento de julio. Con el nuevo recambio de gabinete, el dólar financiero cerró julio en torno a los $ 285 por dólar”, explica el IET.
La suba de los dólares financieros, en un contexto de mayores restricciones a las importaciones derivada del drenaje de divisas en el Banco Central tras el fin de la cosecha gruesa y las erogaciones en importaciones de energía, incidieron en una aceleración inflacionaria severa en julio, particularmente en el segmento de bienes durables.
El aumento sostenido de los precios pasó a ser un factor fundamental en el Índice de confianza del Gobierno. De acuerdo con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central se incrementaron las expectativas de inflación (14,2%) hasta 90,2% para este año, mientras que las expectativas para el año que viene aumentaron un 12% hasta el 76,6%. Por otra parte, las expectativas de devaluación para este año aumentaron ampliamente hasta el 63%, mientras que la tasa Badlar subiría hasta el 60% en los próximos 12 meses”, señala por su parte, Adcap Grupo Financiero.
El ritmo de devaluación oficial salta al 93%, pero no sirve pata adelantar liquidaciones. La situación vuelve a ser similar a la de marzo: la devaluación esperada empieza a ser similar a la inflación esperada. La diferencia entre una y otra se ubica en el 11%.
En suma, todavía 2022 no está anclado: ante saltos en la incertidumbre, se produce un desanclaje en las expectativas de inflación. Este tema sigue siendo la principal preocupación, advierte la consultora. En esta orientación, Focus Market calculó que la inflación del mes pasado llegó al 6,9%. “Los precios en el mercado interno comienzan a posicionarse mirando la brecha que el tipo de cambio oficial, sobre todo en aquellos insumos que pueden llegar a tener inconvenientes para reponer stocks. Por eso, es fundamental ir hacia una tranquilidad en el mercado cambiario”, evalúa el director de Focus Market, Damián Di Pace.
En la Ciudad de Buenos Aires, la inflación de julio fue de 7,7% y se convirtió en la más alta del año, al superar al 5,9% que se registró en marzo. Así, en siete meses la suba de precios acumulados es de 44,1% y la interanual trepó a 69,2%.
Otra prueba de fuego
El Índice de Precios al Consumidor marcará otra prueba de fuego para el nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, no tanto por el valor de la medición efectuada bajo gestiones anteriores en el Palacio de Hacienda, sino por la reacción que el alza de precios pueda tener en el mercado.
Frente a esa situación, el presidente Alberto Fernández reveló que, junto con el ministro de Economía, convocó a referentes del sindicalismo y a empresarios a “definir una hoja de ruta” para negociar un acuerdo de “precios y salarios por los próximos 60 días”. El jefe de Estado hizo estas declaraciones durante la inauguración del Mercado de Lomas de Zamora. “Ayer hablábamos con Sergio (Massa) y estuvimos de acuerdo en la idea de convocar a empresarios y sindicalistas, sentarnos una mesa y marcar una hoja de ruta para marcar precios y salarios por los próximos 60 días para que los argentinos dejen de vivir en esta inestabilidad en la que viven en materia de precios”, expresó.
El mandatario nacional manifestó que quiere “que los salarios les ganen a la inflación”, y agregó que “hay que evitar la intermediación en la cadena de valor” de los precios. Paralelamente, afirmó hoy que la Argentina “pudo volver a crecer en una situación” mundial muy difícil”, y pidió “adecuar los precios a los ingresos de la gente”. La Casa Rosada ya inició contactos con dirigentes empresariales y sindicales para que la cumbre se realice en los próximos días.
Durante su mensaje, el Presidente hizo referencia -además- a la necesidad de fortalecer la unidad del Frente de Todos y pidió “no perderla nunca” porque “aparecen los otros”, en una clara referencia a la oposición.